Resumen

Como coordinador de este panel quiero, antes que nada, expresarles mi más calurosa bienvenida, y muy particularmente a los profesores procedentes del continente americano. La adecuada formación de los profesores, tanto inicial como en ejercicio, es un tema clave para la calidad de la enseñanza. Estoy convencido de que no existe una fórmula universal ni en el tiempo (por supuesto), ni en el espacio, y no sólo porque cada realidad cultural, social, económica y política delimita campos y aconseja diversidad de actuaciones, sino incluso también porque dentro de cada una de ellas es posible pensar en una pluralidad de modelos. No obstante, también tengo la convicción de que desde la reflexión sobre nuestras propias experiencias aparecerán los aspectos esenciales de aquella, de cuyo análisis podremos extraer nuevas perspectivas y orientaciones para nuestro trabajo. Deseamos que las ponencias que en este espacio del congreso se presenten, contribuyan a este fin y sirvan como punto de partida para el debate. Quien les habla, debe hacerlo desde su condición de andaluz y de quien trabaja en el campo de la formación permanente. Sirvan mis palabras solo para enmarcar la especialísima coyuntura que estamos viviendo en España.