Resumen

La enseñanza de la Probabilidad y de sus aplicaciones, principalmente a la Estadística, es fundamental para la formación del hombre actual. Hay que ir educando, desde los últimos grados de la enseñanza primaria, en pensar probabilista, coordinándolo con el pensar determinista que ha dominado toda la matemática elemental hasta fechas muy recientes. Un aspecto importante es la comprobación de que los resultados teóricos obtenidos a través de la combinatoria y del recuento de los casos posibles y favorables, concuerdan muy aproximadamente con los resultados experimentales, obtenidos a través de la simulación de los problemas mediante experiencias adecuadas. Estas experiencias, en los casos de probabilidades finitas a los que nos vamos a referir exclusivamente, se basan en general en el uso de la ruleta, botilleros, dados o monedas lanzadas al azar. Sin embargo, el uso de estos elementos en la clase, sobre todo en clases relativamente numerosas, puede ser poco práctico y de difícil control. Por esto creemos que la sustitución de ellos por tablas de dígitos al azar, puede ser conveniente y muy instructivo para que los alumnos vayan comprendidos como el azar, que parecería ser la antítesis de toda ley, puede medirse y es posible deducir del mismo, a pesar de su intrínseca indeterminación, resultados suficientemente aproximados y útiles para las aplicaciones prácticas.