Mario Salomone Morrone fue un excepcional conocedor de los relojes de sol y de todo cuanto se mueve en su entorno. Se trata de un italiano que, por circunstancias de su vida, se instaló en Santa Cruz de Tenerife para dedicarse el comercio y dedicar sus ratos libres a desarrollar una afición con la que llegó muy lejos, la gnomónica. Pretendemos dar a conocer su figura y sus trabajos apoyándonos especialmente es su nieta Mónica, una periodista científica que, seguramente, heredó se él la afición por la ciencia.