Con motivo del Congreso Pedagógico he pensado que resultarían interesantes, y tal vez útiles, algunas reflexiones mías sobre el aprendizaje y enseñanza de la Matemática, fruto de mis experiencias, primero como aprendiz y luego como profesional de esa disciplina. Estas reflexiones están dirigidas principalmente a los profesores secundarios que tienen la pesada responsabilidad de dirigir la etapa tal vez más crítica y decisiva de la formación mental e intelectual de los jóvenes.