Juegos de azar, apuestas y el nacimiento de una rama de la matemática

Resumen

La historia de la ciencia no puede estudiarse aisladamente de la sociedad en que se desarrolla. Cada avance científico es consecuencia de la madurez que se ha logrado en determinado momento en la comunidad científica. No se puede dar antes ni después. La ciencia, y en nuestro caso la matemática, es el reflejo de una situación social, pero por encima de todo, es reflejo de una filosofía de vida. El hombre puede pasar mil veces al lado de la clave de un problema, pero no llegar a descubrirla, hasta que no sea capaz de madurar sus ideas, de llegar a “aprender” a descubrir esa clave. Y este proceso requiere de una manera de pensar y de ver el mundo. Cada teoría, cada propiedad, no aparece porque sí; aparece en una época y en un lugar determinados, a veces incluso en varios simultáneamente. Pero no podemos estudiar Historia de la Ciencia sin analizar los hechos históricos y las ideas filosóficas de la sociedad en la que vive el científico.