A nuestro entender, existen un prejuicio generalizado contra el uso de la calculadora en el aula EGB. Es evidente que su empleo indiscriminado es nocivo, ya que la mayoría de los alumnos dominan aún los automatismos del cálculo. No obstante, en algunas ocasiones, por ejemplo en el cálculo de la raíz cuadrada mediante un procedimiento de aproximación, simplifica en gran manera.