Este artículo está constituido por tres partes que se publicarán en los tres números del séptimo volumen de la Revista EMA. Haciendo eco de la distinción filosófica entre lo necesario y lo contingente, el autor propone en esta primera parte una forma de ver el currículo de matemáticas. Lo que en esta disciplina se cumple de manera necesaria, puede ser encontrado, resuelto o desarrollado por algún estudiante. Lo que en ella es contingente o arbitrario, -lo que no tiene que ser como en efecto es- debe ser comunicado por alguien a todo estudiante, en aras de que éste pueda adoptar las convenciones y acuerdos que utiliza la comunidad para comunicarse.