Como profesionales de la Educación matemática no podemos obviar que es la integración de los dos términos: ‘Educación’ y ‘Matemáticas’, lo que define nuestra actividad profesional. Nuestro objetivo debe ser preparar a los estudiantes para afrontar los retos el siglo XXI, asumiendo que la educación matemática no puede ser neutral a los valores que deseamos prevalezcan en una sociedad más justa, democrática, respetuosa con las personas y el medio ambiente, etc., Todo ello, con el objetivo de favorecer en desarrollo integral, personal y social, de todos los ciudadanos. Por ello, deberemos reflexionar sobre el contexto y el tipo de tareas que desarrollamos en las aulas.
