Los problemas existentes en la enseñanza de la matemática en nuestro país no son nuevos para nadie. Autoridades, docentes, padres, alumnos, hacen explícita su preocupación, que es divulgada en diversos medios masivos de comunicación. Desde diversos ángulos se plantean recomendaciones y sugerencias con el fin de mejorar los aprendizajes. Pero la pregunta clave es: ¿en qué se fundamentan esas recomendaciones y esas sugerencias?