Resumen

La articulación de estrategias en un escenario atípico incrementa la necesidad de reinventarse la metodología clásica del docente. Si se trata de matemáticas, el desafío es mayor. La práctica de clase invertida, se propicia a partir de un diagnóstico que permite reconocer las destrezas de los estudiantes sobre la base de contenidos programáticos y ejercitaciones de tipo procedimental, lo cual permite estructurar el escenario, las actividades y el indicador de logro, pero en retrospectiva. Para ello, se identifican los objetivos de aprendizaje (en este caso logaritmos), se proponen actividades sincrónicas y asincrónicas con orientaciones puntuales, ejemplificadas (fundamentalmente bajo un modelo de aplicación plausible), que facilitan diversas fuentes de consulta. Finalmente, el escenario se corresponde con las herramientas tecnológicas que se incorporan al entorno, tales como las plataformas Zoom, Moodle, Kognity, herramientas de Google Drive como Jamboard. También, se usan algunas redes sociales para mostrar el producto de las competencias alcanzadas.